Aunque no se conoce exactamente cuándo o cómo surgió, la música es algo que ha estado presente en las personas desde el inicio de la Humanidad, hay restos que muestran la existencia de actividad musical en el Paleolítico Superior (33.000 a.C – 9.000 a.C).

Si la música ha estado presente desde los inicios de la Humanidad, conocemos que los beneficios de la música sobre el cuerpo humano ya se mencionan en los papiros egipcios de Kahum (1500 a.C.). También conocemos que en el siglo IV a.C. Platón ya  planteaba la utilización de la música como terapia, que en la antigua Roma utilizaban la “música amorosa” para ayudar a las personas con enfermedades mentales o que en el siglo XI ya existían Hospices en Cluny (Francia) que utilizaban la música para mejorar el estado de los enfermos más graves.

La música como terapia siguió utilizándose a través de la historia (como sucedió con el cantante “castratti” Farinelli, en el siglo XVIII, quien fue requerido para ayudar a Felipe V y posteriormente a Fernando VI, ambos aquejados de depresión). Pero no fue hasta el siglo XX cuando se convirtió en una disciplina científica.

Después de la II Guerra Mundial músicos profesionales acudieron a los hospitales donde estaban ingresados veteranos de guerra que sufrían traumas y otros trastornos psicológicos y emocionales. Al ver los resultados positivos que provocaban en los pacientes, se iniciaron investigaciones para comprobar científicamente esos efectos y poco a poco se empezó a aplicar la Musicoterapia en hospitales de todo el mundo.

Refiriéndonos a nuestra época actual, podemos decir que la Musicoterapia es una terapia complementaria cuya implementación está normalizada en países como Canadá, Reino Unido, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Italia, Dinamarca, Israel, Brasil, Argentina, Suiza, Noruega, Singapur, Australia, China o Japón, en donde los y las musicoterapeutas forman parte de los equipos interdisciplinarios de hospitales, hospices, centros de salud mental, residencias, centros penitenciarios, centros educativos, además de trabajar de manera conjunta a nivel comunitario con trabajadores sociales o psicólogos. En España poco a poco va teniendo el reconocimiento merecido pero todavía hay trabajo que hacer para que su implementación esté generalizada.

Pero para hablar de lo qué es la Musicoterapia, primero queremos diferenciar varias actuaciones:

1. Conciertos en hospitales, centros educativos, residencias, centros sociosanitarios…

2. Música en Medicina.

3. Musicoterapia en Medicina.

1. Conciertos en hospitales, centros educativos, residencias, centros sociosanitarios…

Esta actividad consiste en la interpretación musical en directo por parte de músicos profesionales o aficionados en los centros mencionados. Interpretación cuyo objetivo principal es entretener y donde el intérprete o intérpretes no tienen un vínculo terapéutico con las personas que están escuchando ni tampoco una intención terapéutica.

Un ejemplo podría ser el concierto de un instrumentista en un hospital.

2. Música en Medicina

La música en medicina consiste en la utilización de la música ( frecuentemente grabada) por un profesional sanitario, en un momento concreto, para lograr una respuesta inmediata.

Un ejemplo podría ser poner hilo musical en la consulta de un dentista para inducir a la relajación de sus pacientes antes de la intervención.

En este caso se utiliza la música para intentar relajar al paciente pero ésta no es uno de los principales elementos del proceso terapéutico y quien utiliza la música no es un musicoterapeuta sino otro profesional sanitario.

3. Musicoterapia en medicina

La Musicoterapia en medicina facilita intervenciones realizadas a partir de unos objetivos terapeúticos trazados según las necesidades de cada persona y con una evaluación de los resultados de esa intervención. Su implementación deber realizarse por un musicoterapeuta titulado, dentro de una relación terapéutica.

Ese vínculo terapéutico es uno de los aspectos más importantes en la intervención en Musicoterapia..

Entonces, ¿qué es la Musicoterapia?

Como disciplina la Musicoterapia abarca todas las dimensiones de la persona: física, psicológica, emocional, social y espiritual y engloba conocimientos de medicina, psicología, trabajo social, educación especial, sociología, pedagogía, logopedia, geriatría.

El musicoterapeuta Keneth Bruscia, uno de los que más ha investigado y teorizado sobre Musicoterapia,  nos dice que la definición de Musicoterapia tendrá que ir variando a medida que otras profesiones sanitarias vayan adquiriendo nuevas visiones de la salud y la enfermedad y a medida que se se desarrollen nuevos conceptos y nuevos modelos terapéuticos, adaptándose a esas nuevas concepciones. De hecho, desde su instauración como disciplina terapéutica se han formulado varias definiciones.  

Aquí presentamos algunas de ellas:

• la  Asociación Nacional de Musicoterapia de Estados Unidos (NAMT) en 1981 la definió como disciplina para la recuperación, conservación y mejoría de la salud mental y física.

• según la Federación Mundial de Musicoterapia (WFMT-2011) la musicoterapia es el uso profesional de la música y sus elementos como intervención en entornos médicos, educativos y cotidianos con individuos, grupos, familias o comunidades que buscan optimizar su calidad de vida y mejorar su salud y bienestar físico, social, comunicativo, emocional, intelectual y espiritual. La investigación, la práctica, la educación y la formación clínica en musicoterapia se basan en normas profesionales de acuerdo con los contextos culturales, sociales y políticos.

• la  Asociación Americana de Musicoterapia (AMTA) la define actualmente como el uso clínico y basado en la evidencia de las intervenciones musicales para lograr objetivos individualizados dentro de una relación terapéutica por un profesional acreditado.

• Y en la página web del departamento ministerial responsable de salud pública del Gobierno de Queensland (Australia), quienes tienen a la Musicoterapia totalmente integrada en su sistema de salud, definen a esta disciplina como  el uso profesional de la música para ayudar a individuos, grupos, familias y comunidades a mejorar su salud mental, física, emocional y espiritual. Independientemente de que el instrumento principal sea la voz, el piano, la guitarra o la percusión, el núcleo de la musicoterapia es la relación entre el paciente, el terapeuta y la música. 

A modo de breve resumen podríamos decir que es la utilización, por un musicoterapeuta debidamente formado, de los elementos de la música (ritmo, melodía, armonía y a veces también el silencio), con una finalidad terapéutica y dentro de una relación terapéutica musicoterapeuta-paciente.

¿Cómo se realiza una intervención en Musicoterapia?

Hay diferentes maneras de realizar una intervención en Musicoterapia:

1. activa: en este tipo de intervención el paciente o cliente participa activamente en la sesión. Para ello se utilizan diferentes técnicas como por ejemplo cantar, tocar instrumentos, bailar, dibujar, componer canciones, discutir la letra de una canción.

2. receptiva: en este tipo de intervención el paciente o cliente recibe la sesión de musicoterapia de una manera no activa, a través de la escucha y/o a través del sentir las vibraciones del sonido. A este tipo de intervención corresponde la escucha de música en directo (tocada por el musicoterapeuta) o grabada y también la utilización de elementos que provocan vibraciones que puede sentir el paciente o cliente (como la silla vibroacústica o la cama monocordio).

3. mixta:  en una misma sesión se combinan las técnicas activas y receptivas siempre adecuándose a las necesidades de la persona que recibe musicoterapia.

¿Cómo es el setting o lugar donde se realiza la sesión?

Dependiendo de la población y ámbito en donde se realice la sesión de Musicoterapia, el setting será diferente.

Ya hemos mencionado que la Musicoterapia puede implementarse en diferentes ámbitos. El setting puede ser ser la consulta privada de un musicoterapeuta, la habitación de un hospital, una cárcel, un centro educativo, la plaza de una ciudad, una UCI, o un domicilio particular entre otros ámbitos.

Lo ideal sería que el lugar donde se realiza la sesión tuviera unas condiciones acústicas y lumínicas adecuadas, sin interrupciones y con los materiales adecuados (instrumentos musicales, aparatos de reproducción y grabación de audio y vídeo, sillas, elementos para tumbarse, dibujar, escribir, acoger confortablemente), espacio para bailar si es necesario.

Pero, como podemos imaginar, estas condiciones no se cumplen siempre. Imaginemos una sesión en una UCI, con el sonido de todos los instrumentos de monitorización del paciente y el ir y venir de profesionales sanitarios. O una sesión comunitaria en una plaza, con gente pasando y coches circulando.

Por esta razón el musicoterapeuta o la musicoterapeuta deben conocer las necesidades de la persona con quien trabajará pero también las características del lugar donde tendrá que realizar su trabajo, adaptarse a ellas e integrarlas para que interfieran lo menos posible en el desarrollo de la sesión.

Hemos querido dar una visión general de lo que es la Musicoterapia. Y no queremos terminar este texto sin mencionar que se trata de una disciplina con una amplia evidencia científica detrás. Se ha realizado mucha investigación por todo el mundo y se sigue realizando para poder conocer más sus posibilidades y mejorar en su práctica clínica.